Ortodoncia en edades tempranas (parte2)
¿Cuándo comenzar un tratamiento de ortodoncia?
No hay una edad concreta para empezar el tratamiento de ortodoncia, depende del tipo de maloclusión.
Como hemos visto, los problemas ortodónticos afectan principalmente a los dientes, pero también a los maxilares. Por ello todos los tratamiento de ortodoncia se dividen en dos partes:
- Fase Ortopédica: Lo primero que hay que tratar son las maloclusiones esqueléticas.
– Clase III (la mandíbula crece más que el maxilar superior). Como es un problema hereditario y difícil de corregir, debe comenzarse lo antes posible con el fin de intentar controlar el crecimiento mandibular y ayudar al crecimiento maxilar (entre los 5 y 6 años)
– Clase II ( la mandíbula crece menos que el maxilar superior). Empezaremos el tratamiento tempranamente, con el fin de aprovechar y estimular los brotes de crecimiento.
– Otras Maloclusiones de origen óseo también deben ser corregidas precozmente cuando se descubren, como son las mordidas cruzadas, mordidas abiertas y hábitos como chupar el dedo, chupete, respiración bucal, deglución atípica, etc., con el fin de facilitar el crecimiento esquelético normal
- Fase ortodóncica: Después de solucionar los problemas esqueléticos se tratarán las maloclusiones dentarias. En los problemas de malposición y alineación dentarios, como la Clase I, comenzaremos cuando estén presentes los dientes permanentes (de 11 a 13 años), logrando su corrección de forma más rápida, ya que, al tener más edad el paciente, obtendremos una mayor colaboración en las exigencias que conlleva un tratamiento con aparatos fijos (bandas y brackets).
¿Cómo se diagnostica?
No podemos realizar un buen tratamiento ortodóntico sin haber hecho previamente un buen diagnóstico. Para ello, necesitamos realizar unas pruebas que una vez analizadas, medidas y estudiadas, nos permitirán completar un diagnostico y un plan de tratamiento.
Estas pruebas o registros son los siguientes:
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Modelos de Estudio: Son unas reproducciones de los dientes y encías en escayola dura; se realizan con unos moldes o impresiones tomados previamente en la boca del paciente con una pasta elástica. Con estos modelos y con la ayuda de un articulador, se estudia la relación de los dientes superiores con los inferiores. Se miden todos los dientes para calcular la posibilidad de que quepan todos en las arcadas y prever su posición final.
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Fotografías:
–Extraorales o de la cara: se hacen en distintas posiciones para poder estudiar las facciones del paciente, sus labios, sonrisa, etc
–Intraorales o de los dientes: también desde diferentes posiciones, sirven para observar posibles malposiciones, el color, manchas, etc.
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Radiografías:
– Ortopantomografía o panorámica: nos da una visión general de los huesos, los dientes y sus raíces, permitiendo el estudio tanto de las piezas presentes en la boca, como de las que harán erupción en el futuro y sus posibles anomalías de posición o número.
– Teleradiografía: es una radiografía de la cara con la que se estudia la forma y crecimiento de huesos, la posición de los dientes y los tejidos blandos; para la medición de estos nos servimos de la cefalometría. También podemos observar en ella las vías aéreas, las amígdalas y las vegetaciones.
–Otros tipos de radiografías: como la del carpo o mano, oclusales, tomografías, etc. nos sirven de ayuda en muchos casos.