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El peligro de los piercings

El peligro de los piercings

. Qué son los piercing bucales cosméticos?

Los piercings bucales cosméticos son perforaciones en la lengua, los labios o las mejillas. Desde hace algunos años, se han convertido en una forma de auto expresión. Al igual que para las orejas, la joyería utilizada en las perforaciones bucales cosméticas tiene diferentes estilos y formas (aretes, barras y argollas….).  Sin embargo, perforarse la lengua, los labios o las mejillas implica mayores riesgos para la salud que perforarse las orejas. Antes de perforarse cualquier parte de la boca, debe consultar al odontólogo.

Localizaciones más frecuentes del piercing oral

Los lugares de la cavidad oral en los que se suelen colocar los piercings son las siguientes:

  • Lengua: suele hacerse en la parte central y se utilizan los denominados barbell (una barra limitada en cada extremo por una esfera), aunque también hay quien se coloca aros en las partes laterales y anteriores de la lengua.
  • Labios: se utilizan habitualmente aros y labrettes (una barra con una esfera en la parte exterior y un disco plano que hace de cierre en la interior. Se colocan en cualquier parte del perímetro labial, aunque lo habitual es que se haga en la parte central del labio inferior.
  • Otras: mejillas (aunque el piercing es externo, la perforación alcanza la mucosa yugal), frenillo lingual y la úvula (campanilla).

¿Qué problemas de salud puede provocar un piercing en la boca?

Los problemas de salud que puede provocar el hecho de tener un piercing en la boca, no solo se restringen a la cavidad oral, también pueden afectar a la salud general de la persona. Estos son sus efectos:

  • Infecciones: La herida provocada por el piercing unida a la gran cantidad de bacterias presentes en la boca y la introducción de nuevas bacterias por el manejo del piercing provoca un aumento de las infecciones en la boca.
  • Transmisión de enfermedades: El piercing oral es un factor de riesgo potencial de transmisión de herpes y hepatitis B y C.
  • Endocarditis: Debido a la herida dónde se coloca el piercing, hay la posibilidad que las bacterias entren en el corriente sanguíneo y puedan conllevar endocarditis (una inflamación del corazón y sus válvulas) en personas con problemas cardíacos que pueden no estar diagnosticados de antemano.
  • Daño de nervios/sangrado: La colocación del piercing puede dañar el nervio y perder la sensibilidad en la zona dónde está colocado o provocar problemas de movimiento, especialmente en los piercing en la lengua. Si por el contrario se perforan algunos vasos sanguíneos, puede provocar un sangrado continuo.
  • Enfermedad periodontal: La gente con piercings orales, especialmente con grandes piercings en la lengua, tienen un mayor riesgo de padecer enfermedad periodontal. El piercing puede dañar las encías provocándoles heridas y su recesión, lo que puede comportar dientes sueltos e incluso su pérdida.
  • Daño a los dientes: Los golpes provocados por los piercings pueden conllevar la rotura de algún diente. Un estudio concluyó que el 47% de las personas que llevaron un piercing en la lengua durante 4 años o más, sufrieron como mínimo la rotura parcial de un diente.
  • Reacción alérgica al metal: Una reacción hipersensible, llamada dermatitis, puede ocurrir en personas susceptibles.
  • Tragarse el piercing: Si el piercing se suelta dentro de tu boca puede conllevar peligro de asfixia, y en caso que te lo tragues, puede lesionar tu sistema digestivo o tus pulmones.

Finalmente, a medio y largo plazo, el impacto de un piercing en cualquier parte de la cavidad oral puede tener importantes consecuencias para la salud bucodental:

  • Recesión gingival: es una de las consecuencias más importantes de los piercings orales(especialmente de los colocados en los labios) en la estética y la salud bucodental. Se retraen las encías, dejando más superficie dental al descubierto, lo que favorece la pérdida de inserción del diente, lo que puede causar su movilidad y posterior pérdida. El riesgo de sufrir esta complicación es aún mayor si el portador del piercing es fumador.
  • Traumatismos dentales: son las lesiones más frecuentes y pueden ir desde un simple desgaste por rozamiento del metal en el diente, hasta el astillamiento o fractura de alguna pieza dental.
  • Enfermedad periodontal: el contacto continuo del metal del piercing oral puede causar al acúmulo de placa bacteriano, y por tanto la formación de sarro, en los dientes inferiores anteriores, lo que favorece la aparición de gingivitis y, como consecuencia de periodontitis.
  • Halitosis: puede causarla la acumulación de placa bacteriana.
  • Maloclusiones dentales: la introducción permanente de un cuerpo extraño en la cavidad oral, altera el equilibrio de fuerzas de la lengua y, consecuencia, la posición de los dientes, modificando la mordida.
  • Alteraciones del habla: el piercing en la lengua altera la pronunciación de las palabras que contengan las letras R, S, T y L.
  • Alteraciones del gusto.
  • Ingestión del piercing oral.

 

Si a pesar de todo, has decidido ir adelante con el piercing oral, ten en cuenta todos estos consejos:

  • Si desde que llevas el piercing no has visitado la clínica dental, contacta con tu dentista para que compruebe que no hay infección.
  • Mantén el piercing siempre limpio utilizando un enjuague bucal después de cada comida.
  • Intenta evitar el choque del piercing con los dientes. Ten cuidado con el piercing al hablar y al comer, sobre todo los primeros días, hasta que te hayas acostumbrado.
  • Comprueba que el piercing está en perfecto estado cada cierto tiempo para evitar que se suele o te lo tragues.
  • Cuando hagas deporte, quítatelo para evitar todo tipo de problemas.
  • Visita tu dentista regularmente y recuerda mantener una perfecta higiene oral si no quieres exponerte a las infecciones. Cepíllate los dientes dos veces al día y utiliza el hilo dental por la noche.

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